viernes, 28 de marzo de 2008

Esto sucediò en Argentina - 24 de Marzo de 1976

El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas usurparon el gobierno constitucional en la República Argentina por medio de un golpe de estado. Desde ese momento, el régimen militar, que se autodenominó "Proceso de Reorganización Nacional", llevó adelante una política de terror. La "desaparición", forma predominante a través de la cual ejerció la represión política, afectó a 30.000 personas de todas las edades y condiciones sociales que fueron sometidas a la privación de su libertad y a la tortura, y entre ellas a centenares de criaturas secuestradas con sus padres o nacidas en los centros clandestinos de detención a donde fueron conducidas las jóvenes embarazadas.
Criaturas que hoy son Hombres y Mujeres que desconocen su Identidad.
Todo esta guardado en la memoria
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento


Las abuelas, hoy, no tienen mucho tiempo pero si mucho amor para dar
www.abuelas.org.ar

Dìa Internacional de la Mujer

Mujeres Occidentales - Mujeres Orientales

Las mujeres que por el mundo se enteran que el 8 de marzo es su día, preferirían menos discursos y más justicia, no tanto para aquellas que están avisadas, como para las decenas de millones de infelices que ignoran que ser mujer, madre o esposa puede ser una ocupación maravillosa y no una cruz con la que han de cargar eternamente.
Por una paradoja que viene desde el fondo de los tiempos, tanto históricos como bíblicos, la mujer fue excluida, disminuida y discriminada. Ninguna religión y ninguna doctrina jurídica puede reclamar inocencia, incluso hubo revoluciones que pretendieron emancipar a la sociedad sin liberarlas a ellas.
Eternas incomprendidas, las mujeres pierde cuando se le niega la igualdad a que tienen derecho porque no se toma en cuenta que son distintas y cuando se omiten las distinciones necesarias porque son iguales en derecho. Ninguna mujer necesita que se invoque su igualdad para, en nombre de ella, asignarle tareas extenuantes o peligrosas.
La mujer necesita tanto el derecho al trabajo, como al descanso, para lo cual es preciso liberarla de embrutecedoras y esclavizantes labores domesticas y hacer que la “doble jornada deje de ser una categoría sociológica ser una dimensión humana.
Las mujeres pierden siempre porque no son ellas quienes establecen los estándares que las obligan a desempeñar el papel que otros le atribuyen y a hacer lo que los apuntadores de la comedia, tras bambalinas les indican que hagan
No fueron las mujeres las que inventaron los códigos y los patrones que las obligan a ser bellas y tiernas ni las que convirtieron tales virtudes en requisitos laborales. Cuando buscan trabajo, además de calificación se le pide presencia y no basta con que sean amables y generosas, sino que deben además graciosas, simpáticas y coquetas, pero no mucho. Ninguna criatura vive tan pendiente de los límites como ellas.
Se les exige estar presentables y cuando juzgan que se ha pasado un milímetro, se les critica por presuntuosas. Se les elogia por ser madres y se les excluye por tener hijos.
De la mujer se sospecha, cuando es joven porque desestabiliza a la manada y se le rechaza cuando los años pasan porque ha perdido competitividad. Es excomulgada por fea y también cuando es bella. En el primer caso se dice que es repulsiva, en el segundo provocadora. Cuando no es lo uno ni lo otro la tildan de mediocre.Los peor no es que todavía haya lugares donde se les prohíbe mostrar el rostro y se les impide sentarse a la mesa, sociedades en las que hembras varones no pueden trabajar, estudiar, jugar o divertirse juntos y festejos a los que las mujeres no tienen acceso, sino que tales prácticas se defienden en nombre de la tradición y la cultura.
Precisamente porque han de dejar de conformarse con desempeñar el papel que otros le atribuyen, el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, no es una fecha rosada, blanda, encariñada, sino otra jornada de combate por sus más legítimos derechos y reivindicaciones que, dicho sea de paso no son las mismos en todas partes.
Mientras las vanguardias de hombres y mujeres dignos trabajan por arreglar el mundo y los reparadores de sueños intentan el milagro de crear sociedades donde impere toda la justicia, miremos a nuestro alrededor, felicitemos a la mujer que está a nuestro lado y hagamos el compromiso de reparar en ella todo un mal social. De ese modo no solucionaremos todos los problemas, pero resolveremos muchos.
La batalla por reivindicar a la mujer es de todos, se libra en todas partes y todos los días...

Autor: Jorge Gómez Barata Fuente: ARGENPRESS.info
Fotografìa: Artista Lex Danilo
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